14 de diciembre 2020
Parece imposible terminar el capitulo 6 del libro que actualmente estoy leyendo , he hecho algunas cosas estos días los cuales me han mantenido ocupado y han postergado la lectura, no obstante eso no es lo primordial.
Escribo esto de camino a casa, ciertamente bajo pasos que llevan consigo un dolor ajeno a mi ser, aquel que no proviene de mi pero que al verlo se vuelve hacia mi , un dolor que los hombres erguidos al pasar miran con total indiferencia, tajante y divisoria , camina en silencio, vive la injusta penitencia de largos ayunos, tiene sembrada sobre la lengua la sequía y es impasible ante la saña impia del frío, sobre 4 columnas temblorosas tu te sostienes, llenas ya de imperfecciones talvez de antiguas batallas que solo añadieron a tu caminar pizcas más de lentitud, un dolor al que he llamado perro, de lomo cansado y herido ya fusionado en su pelaje las inmundicias del entorno, dando largas al tiempo, a la espera del finalizar de sus días cansados. Compadezco tu sentir porque me duele, agradezco la ciega confianza que me diste al recargar tu aliento y cerrar tus ojos sobre una mano que también carece de muchas cosas, das lo único que sabes dar porque con eso das todo tu existir: amor sin diferencia ni distinción, lo das con ojos que desconocen lo malvado, lo implacable y duro de este mundo , no miras por distintos caminos, solo cumples tu función vital porque todas sus fuerzas fueron hechas para ese propósito, espero que hoy puedas sentirte bien con lo poco que pude darte, Lo que me hiciste pensar y sentir es difícil de pagar porque me diste mucho, Agradezco tu compañia estando a mis pies, la pediré porque deseo estar contigo otra vez.
Al Perro